lunes, 9 de noviembre de 2015

"Detectar el engaño no es fácil, pero si es posible"



Hace unos días mientras estaba investigando por Internet me encontré con una noticia que decía: “Detectar el engaño no es fácil, pero si es posible”, este enunciado me resultó bastante interesante para  explicar la importancia que tiene el movimiento corporal, o mejor dicho, la comunicación no verbal. Pero... ¿Qué es la comunicación no verbal?
La comunicación no verbal es el proceso de comunicación mediante el envío y recepción de mensajes sin palabras, es decir, mediante indicios, gestos y signos.
La ciencia que analiza el lenguaje corporal se denomina Kinésica o Quinésica esta estudia el concepto expresivo o comunicativo de los gestos y movimientos corporales percibidos por los sentidos visual, auditivo o táctil según la situación. También es conocido con el nombre de comportamiento kinésico o lenguaje corporal.
Todas las personas nos comunicamos consciente o inconscientemente mediante el lenguaje corporal, por ejemplo las miradas, los gestos, el lenguaje corporal…etc.
Cuando tratamos de engañar la mayoría de las veces la verdad se abre paso con leves signos, un pequeño movimiento de cabeza, colocación de las manos…

Por tanto, volviendo a la noticia vemos que se hablan sobre algunos casos, en primer lugar del conocido asesinato de Marta del Castillo cuyo cuerpo sigue sin encontrarse. Juan ángel Anta, criminólogo vasco, estudió unas declaraciones de un implicado en el caso para concluir que mentía. “Una de las claves es que se le escapa una pequeña sonrisa que llamamos de delación; aparece involuntariamente cuando alguien está contando algo y piensa que está engañando a su interlocutor. Sólo es un indicio, pero sirve para tirar del hilo en la investigación” argumentó.

O también el Caso de Madeline McCann, la niña que desapareció en 2007. Anta argumenta que tiene claro que los padres de esta niña ocultan algo y más cuando detecta ciertos gestos del padre que mostraban “desprecio e incluso asco” al referirse a su propia hija.

Por tanto debemos de tener muy en cuenta que cuando hablamos con otra persona, no únicamente hablamos con la boca sino también con nuestro cuerpo.

En tiempos donde la comunicación es la base de la sociedad, controlar nuestra gesticulación es clave para conseguir éxitos personales y profesionales.
En la sociedad en la que nos movemos donde todo va muy deprisa y donde en poco tiempo tenemos que comunicar mensajes complejos, es muy importante controlar todos los medios a nuestro alrededor para conseguir que el mensaje llegue y surta el efecto que buscamos en el emisor. Ya sea en reuniones de trabajo, en procesos formativos, en una venta de producto o en la relación con tu familia, comunicar con éxito el mensaje es fundamental en nuestras relaciones personales y profesionales.
Si bien la palabra es la base de la comunicación (comunicación verbal), la gesticulación (comunicación no verbal) enfatiza el mensaje y lo refuerza haciendo que este sea más exacto y fácil de entender por el emisor.
Cuando hablamos con alguien, sólo una pequeña parte de la información que obtenemos de esa persona procede de sus palabras. Los investigadores han estimado que entre el sesenta y el setenta por ciento de lo que comunicamos lo hacemos mediante el lenguaje no verbal; es decir, gestos, apariencia, postura, mirada y expresión. 
Distinguimos 5 tipos de gestos en la comunicación no verbal:
  • Emblemáticos: gestos intencionados con un significado muy claro, representa a una palabra o a un conjunto de palabras. Ej: Agitar la mano en señal de despedida o pulgar hacia arriba para indicar: ok.
  • Ilustrativos: se producen durante la comunicación verbal, no tienen un significado traducible en palabra, sirve a la palabra completándola y enfatizando para completar su significado en el contexto. Ej: cualquier movimiento corporal auxiliar en la comunicación.
  • Emotivos: expresan estados de ánimo de la persona, a través de ellos comunicamos sentimientos, emociones como por ejemplo: la alegría, tristeza, dolor, ansiedad,…
  • Reguladores de la Interacción: son producidos por quién habla o por quien escucha con el fin de regular la comunicación entre ambos, bien en el turno de palabra, bien para acelerar o frenar la acción.
  • Adaptadores: utilizados para manejar emociones que no queremos expresar, dificultando expresar nuestras emociones con la intensidad que realmente sentimos. Ej: pasarse los dedos por el cuello de la camisa cuando nos sentimos ahogados por la tensión de la situación, o tocarnos el pelo cuando nos sentimos nerviosos.

Y  para terminar, aquí dejo un pequeño video donde se puede ver más claramente:


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